
Islandia ha confirmado que no participará en Eurovisión 2026, convirtiéndose en el quinto país en anunciar su retirada tras España, Irlanda, Eslovenia y Países Bajos. La decisión llega después de que la UER ratificara oficialmente la presencia de Israel en la próxima edición del certamen, un punto que ha generado una fractura evidente entre varias televisiones públicas europeas y una parte significativa de la opinión pública.
El director general de la radiotelevisión islandesa RÚV, Stefan Eiriksson, ha explicado que “no hay paz ni alegría asociada al concurso en las circunstancias actuales” y que, por este motivo, Islandia “da un paso atrás mientras la situación continúe así”. El organismo también ha señalado que la participación israelí ha provocado “desunión entre miembros de la UER y entre el público en general”, subrayando que existía una fuerte oposición al regreso de Israel dentro de Islandia, tanto entre asociaciones de artistas como entre los propios espectadores.
La retirada se ha formalizado horas antes de la fecha límite para confirmar la asistencia a lo que debía ser la edición del 70º aniversario del festival, que tendrá lugar en Viena el próximo mes de mayo. La decisión islandesa se produce pese a que la UER aprobó recientemente nuevas medidas para reforzar la integridad del voto tras las controversias de 2025, pero RÚV mantiene que persisten dudas sobre su eficacia.
Eurovisión atraviesa así una de las mayores crisis reputacionales de su historia reciente, con varios países reclamando la expulsión de KAN —la televisión pública israelí— y alertando sobre el impacto político y cultural de la situación. Mientras tanto, el director del festival, Martin Green, ha asegurado que respeta todas las decisiones y espera que los países ausentes puedan volver en futuras ediciones.
